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¿Qué es el puerperio?
 
Cuando nace tu bebé, sólo termina el período del embarazo y el momento del parto y un nuevo mundo comienza. 
Es una etapa llena de visitas de familiares, llantos, consejos, productos absorbentes y cambios físicos para vos. Este período posterior al parto es llamado por los médicos: el puerperio. 
En el puerperio se produce una regresión anatómica y funcional progresiva, hasta lograr un estado similar previo al embarazo. Sólo las glándulas mamarias experimentan un gran desarrollo, si se instala la lactancia.
Su duración varía en cada mujer, aunque se espera que se extienda por 6 semanas.

Etapas del puerperio

• Puerperio inmediato: Comprende las primeras 24 hs. después del parto y requiere el control médico, por lo que quedarás internada en la clínica.
• Puerperio mediato o propiamente dicho: Abarca del segundo al décimo día y requiere de algunos cuidados que se suman a las demandas del bebé y al hecho de que volverás a tu casa. Se espera que en estos días te baje la leche, es decir: se instale la lactancia.
• Puerperio alejado: Se extiende hasta las 6 semanas después del parto y el retorno de la menstruación marca su fin.
• Puerperio tardío: Puede llegar hasta los seis meses después del parto y se acompaña de una lactancia activa y prolongada.

 

Cuidados en esta etapa

Al sangrado fisiológico que proviene del útero después del parto, por ser normal, no se llama hemorragia, sino loquios.
En los primeros momentos, luego de que sale la placenta, aparece de forma abundante y disminuye progresivamente su cantidad, según la capacidad de las contracciones.
En este momento, cada contracción uterina elimina la sangre y restos de tejidos que sirvieron durante el embarazo.
Los loquios persisten de 2 a 4 semanas posteriores al parto.
Pero hay que tener en cuenta que cuando éste termina, el principal riesgo es la hemorragia. Por lo tanto asegurate de recibir los controles médicos en las horas posteriores, para que se evalúe que la cantidad de loquios sea normal. 

 

Podemos colaborar para prevenir una hemorragia y acortar los tiempos de este proceso:

  • Poniendo al bebé al pecho. Recuerda que la succión favorece las contracciones.

  • Realizando masajes uterinos que estimulan las contracciones.

  • Realizando movimientos de pelvis y piernas, en cuanto te sientas repuesta, como aprendiste en el taller pre-natal.

 

Los días posteriores al parto consultarás a tu médico de inmediato si aparecen algunos de los siguientes síntomas:

  • Fiebre

  • Dolor o ardor al orinar

  • Sensación de calor en el bajo vientre

  • Loquios mal olientes

 

Estos pueden ser signos de una infección, por lo que deberás consultar urgentemente a tu ginecólogo o al servicio de guardia.
Sea que tu bebé haya nacido por parto o por cesárea, te aconsejamos que te levantes e inicies algunas actividades lo antes posible, esto evita complicaciones médicas.
Si no le das el pecho a tu bebé, a los 30 o 45 días después del parto, se producirá una ovulación y a los 15 días posteriores tendrás la primera menstruación. A partir de allí, continuarán los ciclos en forma regular.
Por el contrario la succión del bebé provoca el aumento de la hormona prolactina, encargada de la producción de leche. Esta hormona inhibe a las otras frenando el inicio de los ciclos menstruales.
Entonces, si hay lactancia, el comienzo de los ciclos es variable. Si le dás solo el pecho a tu bebé, suele demorarse la menstruación hasta la suspensión temporal o total de la lactancia, ocasionada por el inicio de tu actividad laboral, o la incorporación de papillas como suplemento alimentario de tu bebé, a partir del sexto mes.

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