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Lactancia y el consumo de alcohol
 
Tratamos este tema porque seguro que más de una madre lactante se plantea si realmente puede o no tomar alcohol mientras amamanta a su bebé. 
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Es cierto que durante el embarazo el consumo de alcohol está totalmente prohibido, ya que puede provocar el denominado "síndrome alcohólico fetal" (cuadro de malformaciones de distintos órganos y retraso mental) y todavía no se ha llegado a determinar ninguna cantidad "segura" que pueda garantizarnos que no hay riesgo de que se produzca este síndrome.

Pero, al igual que ocurre con los medicamentos, el embarazo no es lo mismo que la lactancia. Es decir, que durante la lactancia podemos tomar muchos medicamentos que quedarían proscritos durante la gestación (hasta el 90% de los medicamentos son compatibles con la lactancia materna); y, durante la lactancia, también podemos saltarnos la "ley seca" en cuanto al alcohol, siempre teniendo en cuenta unos cuantos factores que nos permitirán disfrutar de una copa de vino o de champán de manera segura y sin que nuestro bebé ingiera ni una sola gota de alcohol a través de la leche materna.

 

Aunque hasta ahora los estudios llevados a cabo en este área son pocos y no muy concluyentes (incluso contradictorios), el consenso general es que una cantidad de alcohol sí pasa a la leche materna por lo que no es recomendable su consumo diario, lo que no signficaría que no se pueda beber moderadamente y ocasionalmente.
 

Que factores entonces, tendríamos que tener en cuenta:

 

1- El alcohol no se acumula en la leche materna, igual que no se acumula en la sangre. Después de ingerir la bebida, la cantidad de alcohol en sangre alcanza su máxima concentración entre 30 y 60 minutos después de tomar el último trago, para empezar a descender a partir de ese momento. El cuerpo va metabolizando el alcohol, que no se acumula en ningún líquido o tejido, ni en la sangre, ni en los músculos ni en la leche materna. Esto significaría que se debe esperar un tiempo hasta que su cuerpo metabolice todo el alcohol ingerido. Esto depende de la cantidad de bebida, de lo que haya comido, de lo rápido que haya bebido y del peso y constitución de la madre, pero la media a esperar sería de unas dos horas.

 

2- El alcohol inhibe la liberación de oxitocina en la pituitaria, por lo que impide el proceso de eyección de la leche y resulta más difícil extraerla del pecho (tanto por el propio bebé como con un extractor). Algunos estudios demuestran uan reducción del 23% en la cantidad de leche cuando hay alcohol presente en el cuerpo de la madre, mientras que en otra investigación el alcohol bloqueó por completo la secrección de oxitocina. Sea uno u otro, en ambos casos se comprueba que la leche se reduce en el caso de consumición del alcohol en la lactancia.
Así que, teniendo en cuenta los factores que hemos analizado en este artículo, la principal conclusión es que es decisión de la madre si toma o no alguna bebida alcohólica durante la lactacia.  Obviamente, siempre hablamos de un consumo moderado, ocasional y, sobre todo, responsable.

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