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Buscando Nombre a bebé
 

El nombre de tu bebé es muy importante porque es el que lo identificará para toda la vida. ¿Estas indecisa? En la siguiente lista podes ver una variedad de nombres con sus origenes y significados para que puedas decidirte.

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Para Niñas:
a - B - C - D - E - F - G - H - I -J - K - L - M - N - Ñ - O - P - Q - R - S - T - U - V - W - X - Z 
 
Para Niños:
a - B - C - D - E - F - G - H - I -J - K - L - M - N - Ñ - O - P - Q - R - S - T - U - V - W - X - Z 
 
Buscando nombre a Bebé

El lugar que le reservamos a cada hijo es como un “nido” en el que prevemos cómo ofrecerle nuestros cuidados y mimos. Los amigos y familiares nos ayudan en la tarea, hasta lograr ese lugar tan especial. Ponemos gran empeño en dejar listos el moisés, el ajuar, esas ropitas que envolverán por primera vez su cuerpito.

Existe también otro “nido”, tan necesario como el de los objetos y que suele pasar desapercibido ya que es invisible. Este otro lugar está hecho de palabras, de canciones de cuna, de maneras de nombrarlo. El bebé es hablado antes de nacer; y necesita de nuestras palabras para crecer.

Te encontrarás diciendo: es “re inquieto”, o “por suerte es tranquilo como yo”, “patea tanto que no me deja dormir”, “es rebelde y decidido, no quiere ponerse cabeza abajo” o “es tan pancho que no se da vuelta”, etc.

Palabras Dichas con amor, humor, alegría...a veces con un poco de ansiedad y fastidio.

Palabras por las que se filtran no solo nuestros afectos también nuestras expectativas que ponemos en la llegada del bebé. Esperamos de cada hijo algo...que sea varón o nena, que sea sano...etc

Decidimos tenerlo por muchas razones...porque ya era tiempo...para no estar sola...para salvar la pareja...para continuar el apellido...para formar una familia...para cuidar de alguien...para buscar la nena...por amor...por accidente...para probarnos que podíamos…por un poco de todo…

Este nido de palabras y expectativas conforman un lugar que le darán la ocasión de tomar su modo de ser y estar en el mundo.

 

 

El nombre propio es una de esas insignias que nos acompañan toda la vida; marcando el lugar que ocupamos para nuestros padres.

Un niño aprende su propio nombre, que es como le designan los demás, antes que el concepto de yo. Por eso es frecuente que se designe a sí mismo con su nombre propio, pues es así como se siente designado o llamado. Por ejemplo, si le preguntamos quien hizo tal cosa, él o ella responderá: “(Mateo), tomó toda la sopa”.

En nuestra cultura, la tradición en español al menos, suele denominar al nombre propio como nombre de pila. Por lo mismo, reservamos los nombres propios a animales y objetos que tienen una significación especial bien sea simbólica o real: nuestros animales de compañía, la casita en el campo o la playa; o bien objetos que son únicos, una obra de arte, un club, etc.

En la antigüedad,  el nombre se ponía de forma que reflejara alguna cualidad. Al principio dominaba una denominación de tipo familiar o de clan o tribu. Hoy, ese aspecto familiar lo constituyen los apellidos. Con el cristianismo, en Occidente, se tomó la costumbre de “nombrar” al recién nacido bajo el patrocinio de un santo, haciéndose coincidir con el bautismo en el que se cree que el hombre nace a una nueva vida.

 

 

Si no se pueden resolver el nombre del bebé, te proponemos estos ejercicios, para decidir:

Como es tan importante, les proponemos primero un ejercicio individual y luego una serie de juegos y actividades para hacer en pareja. Seguros de que los ayudarán a enriquecer este momento fundamental en la vida del hijo por venir.

Además cuentan con una lista de nombres para consultar y algunas sugerencias para que compartan con los hijos mayores (si es que ya los tienen).

 

Distintos Criterios para pensar el nombre
  • Usar un signifi­cado muy determinante, imaginemos, el nombre Linda, aquí, se corre el ries­go de que no resulte “tan linda” cómo la imaginamos en el embarazo.

  • Por un ídolo, (Ej Lionel por Messi) así canalizan los padres, su fanatismo, poniendo una pesada carga de semejanza y de expectativas en este niño

  • Por la tradición familiar, algunas familias siguen respetando a rajatabla la tradición de llamar con el nombre del padre o de la madre, al primer hijo varón y/o mujer. Así también, es inducido a tomar a aquél como un referente. Podríamos decir que es un actitud narcisista, ya que de un hijo que se llame como el padre se esperará que se parezca a él. Con el agravante, además, de que si se trata de un Carlos, por ejemplo, al chico siempre le tocará ser Carlos Juniors o Carlitos, aun, cuando tenga 60 años o más y al nieto lo llamarán, Carlitito

  • Usar nombres exóticos o diferentes. Muchos padres buscan nombres tan exóticos como sea posible, con el afán de que un hijo sea único, inigualable, irrepetible, lo cual sucederá igualmente.

 
PRIMER ACTIVIDAD
Personal

Objetivos: Valorizar la elección, desde el propio nombre, buscar poner el eje en este bebé.

“En una hoja escribo mi nombre de acuerdo con las distintas formas con que me fueron llamando durante toda mi vida, incluyendo los apodos - tanto los que me gustan como los que no - con los que se me ha ido conociendo.

 

Mirar mis nombres.  Leerlos en voz alta, con diferentes tonos.  Tal como otras personas los han ido pronunciando, unas veces cariñosamente, otras con enojo...

Tras ellos se esconde toda una vida.

Traer a la memoria algunos momentos más significativos.

 

Esa es mi vida, reflejada en los nombres.  Ni mejor, ni peor que otras vidas humanas.  Simplemente es la mía.

 

¿Quién tiene el poder de decisión?

1) Reflexionemos juntos ¿quién elegirá el nombre? Algunas parejas eligen “por turno”( para el primero yo, y para el segundo hijo vos). Otras por sexo (si es nene el papá, sí es nena la mamá). Algunos deciden 2 nombres para poder elegir uno cada uno. Otros uno que aceptemos todos.

Llegar a un acuerdo no siempre es sencillo.

Uds. ¿qué estrategia han elegido?

Es interesante para esto, darnos cuenta de las motivaciones ¿por qué mi interés? ¿Es muy importante que lleve el que a mí me guste? ¿Por qué rechazo el que me proponen?.

¿Cuál es la relación del nombre que elegimos con personas o personajes preferidos o rechazados?

Por ejemplo, los rasgos que admiramos en personas que llevan el mismo nombre; nuestras necesidad de “mantener vivos” a familiares muertos a través del mismo nombre; el amor propio que necesitamos prolongar dando a los hijos nuestro mismo nombre; la identificación con personajes famosos reales o ficticios que estén de moda...o por su significado, etc.

 

2) Ahora pensemos desde el lugar del bebé tratando de interpretar...

¿Cuál será, su decisión?

¿Qué nombre suponemos que le gustaría llevar al bebé o a la beba?...

¿Le gustaría llevar un nombre exótico, único o difícil que lo haga sentirse diferente, raro?...

¿o un nombre que no permita identificar claramente su sexo?...

¿o ser llamado por un sobrenombre? por ejemplo, “nacho”, cuando su nombre es Ignacio, o “Charo”, cuando se llama Rosario?...

El nombre se lleva toda la vida, por eso encontrar el adecuado suele darnos tanto trabajo.

 
SEGUNDA ACTIVIDAD

Proyecto de vida: ¿tuya o mía?

Objetivo: Discernir las proyecciones de los padres sobre el futuro de sus hijos, aceptación de las diferencias, reconocimiento de las posibilidades de cambio y aceptación de lo que no puede modificarse.

Imaginamos cómo nos gustaría que fuera nuestro hijo o hija. Luego escribimos un perfil o descripción del hijo soñado, cada uno por su parte.

Su sexo...

Su aspecto físico: color de ojos, de cabellos, talla, rasgos...

Su carácter...

Sus cualidades... ¿deportista? ¿Músico?...

Su inteligencia...

Su personalidad...

¿Qué aspectos no soportaríamos?...

¿Cómo será su vida?...

En lo familiar...

En lo escolar...

En lo social...

En lo laboral...

¿Se casará o será soltero o soltera?

¿Tendrá hijos, hijas?...

Después de leer lo reflexionamos: ¿Qué relación tienen los rasgos del hijo o hija imaginado, con nuestra realidad, nuestros sueños y frustraciones?

 

TERCERA ACTIVIDAD
Con los hermanos

Primer paso

Objetivo: Contrarrestar sentimientos de competencia. La aceptación y la participación de todos y favorecer la inclusión en ellos de este nuevo integrante familiar.

Cada uno de nosotros prepara una lista de los nombres posibles para el bebé. Luego comentamos nuestras listas, explicando el motivo de la elección de cada nombre.

¿podemos llegar a un acuerdo?

 

Segundo paso

Objetivo: Evaluar como jugando cuanto la llegada de un hermano conmociona y provoca sentimientos contradictorios y hacerle un lugar en la familia.

Invitamos a nuestros hijos, de a uno por vez, a apoyar sus manos en el vientre de la mamá y hablar con el bebé.

Proponemos al niño que lo nombre con cada uno de los nombre “en danza” y que exprese sus sentimientos hacia el hermanito o hermanita en gestación.

Aceptamos sus expresiones, sean o no de nuestro agrado...

Si mamá puede comprender y aceptar estos sentimientos de mi hijo, le contesta poniéndose en el lugar del bebé, como si este le respondiera.

Tercer paso

¿cómo será cuando nazca?

Objetivo: Preparar para aceptar a un niño real. Exteriorizar las ansiedades y las fantasías sobre los espacios familiares.

Les decimos a los chicos que imaginen que el bebé ya nació y que representen escenas de la vida familiar. Se puede utilizar un muñeco que represente al recién nacido y efectuando diálogos hasta que cada uno pueda exteriorizar su idea de cómo será la familia con el nuevo miembro.

¿Qué lugar de la casa ocupará? ¿Qué cosas cambiarán? ¿Quién se ocupará de cuidarlo?

 

Cuarto paso

Les damos a los chicos una hoja grande de tamaño oficio o dibujo o un papel afiche; marcadores, lápices de color o crayones.

Los invitamos a que cada uno dibuje una escena familiar con el título: “¿Cómo será la familia cuando llegue el bebé?

Luego relatarán o escribirán una historia al respecto.

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