Parto Acuatico
Informe sobre la realización del parto Acuático, elaborada por un comité científico de la Organización Mundial de la Salud
La alternativa de ejecutar el trabajo de parto sumergida en agua y el nacimiento bajo el agua es considerado en la actualidad corno una de las diferentes maneras de realizar el nacimiento; se practica en distintos lugares en el mundo entre ellos, Mejico, EE.UU y Europa. Desde la última década se han incrementado los lugares asistenciales donde esta técnica se practica y dichos lugares están reconocidos corno tales por el Departamento de Salud Materno infantil de la OMS, la misma se encuentra estandarizada con una serie de normas que deben ser seguidas escrupulosamente, desde los controles bacteriológicos y de temperatura del agua. Al método se le atribuyen numerosas ventajas tanto para la mujer como para el recién nacido y que se detallan a continuación:
Ventajas para la mujer:
El sumergirse en el agua caliente en la segunda fase del período dilatante (6/7 cm) provoca una gran sensación de bienestar y relax. Permite buena dilatación del cuello del útero, y liberación de endorfinas que disminuyen sensiblemente o quitan, el dolor de la contracción.
Con anestesia peridural también se logra la analgesia pero desnaturaliza el proceso, con frecuentes inconvenientes en el recién nacido, por periodo expulsivo prolongado (hipotermia y dificultad para normalizar el centro termorregulador). La misma implica, además, en la madre inmovilización en la camilla, descenso de la temperatura corporal y con mucha frecuencia hipotensión, con probables descenso de latidos de rápida o lenta recuperación. Bradicardia fetal sostenida y Dips. Las situaciones derechas y posteriores no progresan por falta de rotación y descenso, lo que aumenta los problemas del recién nacido.
La analgesia que provoca el agua caliente evita todos estos accidentes. La ingravidez y la libre movilización dentro de la pileta evita en la madre el efecto Posseiro (compresión del útero sobre la vena cava acostada boca arriba (decúbito dorsal).
La posibilidad de balancear la pelvis y adoptar posiciones de cuclillas facilita la rotación y descenso porque el canal de parto aumenta en 30% su diámetro al poder bascular libremente el coxis.
El sumergimiento del cuerpo en el agua caliente, ablanda el cuello y músculos de vagina y periné por lo tanto no es necesaria la episiotomía. La mujer se siente muy segura, contenida, conduce su propio parto lo que disminuye el intervencionismo.
El agua caliente y el ambiente adecuado producen una evolución del trabajo de parto, natural, mucho más confortable. No se utiliza medicación y se comprueba que sin medicación, oxitócicos, rotura artificial de membranas, etc.. existe una disminución del sufrimiento fetal durante el trabajo de parto que se desarrolla en forma fisiológica.
El período expulsivo se desarrolla en tiempo más corto pues se deja que el descenso en los planos torne e! tiempo necesario y no se la insta a pujar hasta que el deseo natural aparezca.
En los últimos tiempos, se han ido bajando las exigencias, de la preparación del agua donde se produce el parto, no obstante, es conveniente que ésta esté en condiciones de seguridad, preferentemente con químicos no agresivos. Lo mejor es su tratamiento previo con Ozono o Clorito de sodio activado.
Ventajas para el niño
Se evita la ruptura anticipada de membranas y en e! feto se observa lo siguiente:
No hay acabalgamiento de parietales.
No hay Dip por compresión directa de la cabeza contra la pelvis.
Se evita la procidencia de cordón.
Se evita la deflexión de la cabeza por encaje precoz.
Se evita el número de infecciones neonatológicas por bolsa rota.
El descenso del feto por el canal de parto se hace suave, en un canal muy blando sin presión por ocitocícos que alteran el gradiente natural de contracción y por ende el ritmo oxígenatorio y cardiaco del feto.
Al nacer en el medio acuático, después de soportar el trauma del nacimiento, se reencuentra por unos instantes con un medio acuático y caliente igual que en la vida intrauterina. No soporta bruscamente la gravedad que lo aplasta por primera vez en su
vida, lo cual calma su angustia. La primera extensión de brazos, piernas y tronco lo hace en un medio cálido, blando y placentero. Mantiene la apnea por unos minutos igual que en la vida intrauterina. El encuentro con el aire, la respiración aérea, la luz y los ruidos, es lento y pueden resolver cada uno de los cambios a la vez con gran disminución del trauma de nacimiento.
Cuando un niño nace en e! aire el desarrollo motriz que fue adquiriendo en la vida intrauterina se detiene y se recupera al primer año de vida con el aprendizaje. Cuando un niño nace en el agua se nota un desarrollo psicomotriz no interrumpido. El trauma de nacimiento paraliza muchas conductas madurativas.
Estos niños nacen calmos, serenos, tienen mejor desarrollo de fuerza muscular, menor irritabilidad, no se asustan y se han comprobado disminución de las enfermedades del primer año que relacionan con situaciones de estrés y disminución de las defensas.
El contacto directo con su madre y puesta al pecho en forma inmediata logran una buena lactancia. La preservación de la función olfativa está descripta como elemento importante del desarrollo intelectual. Con el tacto y el olfato el niño se vincula inmediatamente con su madre y su fuente de alimentación.
Todos los hechos descriptos destacan que gran cantidad de mujeres y niños no necesitan intervencionismo técnico ni medicamentoso para nacer.
El método es elección de la paciente, luego de estar informadas de las alternativas y el médico hace una selección de acuerdo a factores obstétricos, psicológicos y emotivos.
En la conducción y atención del parto acuático se siguen a ultranza las normas de atención de un parto convencional.
El intervencionismo clásico de la obstetricia: rotura artificial de membranas, episiotomía, ocitódicos, fórceps, cesáreas, etc., que son instrumentos tan valiosos en la especialidad se respetan (para los casos necesarios) pero no se abusan.
La vivencia de las pacientes es la de revertir un hecho tradicionalmente doloroso en un hecho placentero.
Condiciones para la atención del parto acuático
La embarazada que elige el parto acuático debe tener:
Información exhaustiva de la metodología por parte del equipo técnico.
Se le debe delinear la conducta a seguir por el equipo hasta los 6 cm. de dilatación, de allí hasta la finalización del período dilatante, la conducta en el período expulsivo y los primeros minutos desde el nacimiento respecto del recién nacido.
Evaluación por parte del equipo, incluída la evaluación psicológica de las características personales de la embarazada para conocer la posibilidad o no de empleo de la metodología.
Información exhaustiva acerca de las situaciones que pueden interferir con la aplicación del método: fisiológicas, emotivas y psicológicas.
Conocimientos de aquellas alternativas del trabajo de parto que puedan no ajustarse al método: situación fetal, variedad de posición, competencia de diámetros pelvianos, infecciones, etc.
Resueltas las situaciones anteriores, la mujer debe adjuntar además los controles de rutina, investigación de inmunología para HIV y para hepatitis B.
La preparación de la pareja en el curso de preparto, física y psicológica, es indispensable.
Técnica
Hasta los 6 cm. de dilatación no se diferencia en general de la conducción de otro trabajo de parto; no se realiza el rasurado, sí la enema y se la estimula a caminar y a poner en práctica las posiciones en cuclillas y verticales enseñadas, se trata que esté acostada lo menos posible.
Ingreso a la pileta con 6 a 7 cm. de dilatación y franco trabajo de parto, la misma debe tener el agua salada alrededor de 36"C. previamente ozonizada, durante este período se controla el período dilatante en forma continua.
La posición de pujo puede ser variable dentro de la piscina.
El período expulsivo se debe desarrollar en corto tiempo, sin inconvenientes.
El control de latidos fetales se efectúa con amplificador de latidos adaptado para el medio acuático.
El nacimiento se produce completamente bajo el agua, el tiempo de inmersión completa es corto y es evaluado por el médico neonatólogo teniendo en cuenta las condiciones del recién nacido (Apgar).
Una vez emergido el recién nacido se efectúa la ligadura del cordón y la permanencia en el agua con la cabeza emergida.
Se estimula al recién nacido a mamar en forma inmediata para facilitar el posterior amamantamiento.
Con la salida del niño de la pileta se evacua la misma y la mujer expulsa de manera espontánea la placenta y luego de secarse pasa a la cama.
En general no se efectúa episiotomía por no resultar necesario, si la hubiera se sutura en la camilla.
Desde la internación de la paciente y especialmente durante el tiempo de permanencia en la piscina es controlada permanentemente por médico y obstétrica adiestrados en la técnica.
La mesa de recepción del recién nacido, contigua a la sala de parto debe contener los elementos necesarios para la atención del mismo como en cualquier sala de partos.