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Preparación para el parto

 

Prepararse ayuda a vivir el parto como una experiencia gratificante y feliz.

El embarazo, en tanto proceso previsto por la naturaleza, no es una enfermedad. Ahora bien, por más que se afirme que el embarazo y el parto son naturales, y por lo tanto, no pueden traer daño o incomodidad, es común “sufrir” grandes cambios durante este proceso.

La gestación es un evento biológico muy significativo para la sociedad y en especial para la unidad familiar. La mujer y su núcleo social se enfrentan a cambios físicos, emocionales, económicos, en los vínculos, en el plano laboral y en sus proyectos o planes de corto y largo plazo, etc. Estos cambios hacen aparecer al embarazo en las tablas de reajuste social, como un evento altamente estresante. Gestar y parir significa para la mujer, poner en juego todos los logros de su evolución psicosexual y es un momento crítico para su feminidad.

Desde hace más de 100 años se empezó a reconocer científicamente las amplias diferencias de la vivencia en cada parto de una misma mamá. 
Estos hechos demostraban que las distintas circunstancias de cada uno de ellas, motivaban esas diferencias. Hasta allí se creía que cada persona tenía un “umbral de dolor específico”. 

Pero a lo largo de la evolución de la historia, la “Preparación para el Parto” ha pasado por variantes muy diversas. En la actualidad en esta educación confluyen filosofías, ejercicios y actitudes en un gran espectro. Lo que primeramente se ofrecía como "parto sin dolor", luego "Parto sin temor - parto sin dolor", hoy se denomina "Gimnasia preparto" "Psicoprofilaxis Obstétrica" "Yoga para embarazadas" "Educación para el parto" y las más completas de "Preparación para el nacimiento" donde se aplican todos estos 
aspectos. En Argentina su inserción formal se realizó recién en el año 1996, con su inclusión en la ley del Programa Médico Obligatorio para las obras sociales.

Hoy se sabe que la confianza, la buena disposición, la motivaciones positivas y la alegría, logran esos Partos, que relatan, sin nada de dolor, porque estos estados de ánimo producén, "Las endorfinas", que son sustancias naturales sintetizadas por el cerebro que, entre otras cosas, alivian grandemente el dolor, como sólo pueden hacerlo los opiáceos que incluyen a la morfina, la heroína y la codeína. Sin embargo, las endorfinas no tienen los efectos secundarios y/o colaterales, que acarrean estas drogas. Por esto, la principal forma de evitar el dolor es disminuir la tensión, que es originada en el temor, se teme lo que no se conoce; por eso si sabemos lo que va a pasar, conocemos lo que está pasando con nuestro cuerpo y nuestro bebé, nuestros temores van a ser menores, menos tensión y por ende, menor dolor; el aprender a relajarse en el trabajo de parto es importante para que ésta resulte una experiencia mucho menos traumática, también la presencia de un ser querido que sepa como ayudar durante el parto, el estar en un ambiente propicio y por supuesto la confianza que la mamá tenga en su obstetra y el centro asistencial. 

En la actualidad la propuesta es para todas las embarazadas desde alrededor del 6º mes (26 semanas). Con la Preparación para el Parto, la mamá puede lograr: disipar temores y ansiedades que le ocasionan los comentarios y relatos negativos de otras personas; compartir dudas e inquietudes con otras mamás que están viviendo el mismo proceso; evitar el aumento excesivo de peso; aliviar molestias, dolores musculares y calambres; mantener la calma y controlar el dolor durante el nacimiento; lograr que el trabajo de parto sea más corto y que el bebé nazca más sano; saber que hacer, aprendiendo técnicas de respiración y de relajación, de manera que durante el parto aumente la cantidad de oxigeno en el organismo y se encuentre más relajada y tranquila; aprender también a colaborar con las “fuerzas de pujo” coordinando contracción y relajación; estar bien preparada en caso de ser necesaria una cesárea, etc.

Con la inclusión del papá u otra persona, en todo el tiempo, capacitándolo efectivamente para su rol de acompañante para el proceso del trabajo de parto, además de haberse demostrado los mejores resultados médicos (Belizán CLAP y OPS), también ha acrecentado y afianzado los vínculos con la mamá y su hijo. 

Como hay muchas opciones; te recomendamos que elijas siguiendo estos criterios:

Que exista un equipo de profesionales. La preparación es una práctica que requiere de distintas disciplinas y de profesionales capacitados y especializados en este método.

Que se prepare también a tu pareja para acompañarte y ayudarte en el parto. Además que tenga comprensión, contención y espacio para él. La preparación no debe contemplar solo el parto; es un espacio para disfrutar de tu embarazo y aumentar el contacto con tu hijo y su papá.

Información práctica y que te satisfaga. El nacimiento de tu hijo demandará de vos algo más que destreza física. Tendrás muchas dudas e inquietudes, y no siempre la consulta con el obstetra alcanza para solucionarlas.

La preparación debe apuntar al parto que vas a vivir. De nada sirve que te prepares para un parto en una piscina con delfines, si luego vas a dar a luz en tu ciudad. 
Las estrategias de respiración y relajación deben ser realistas, para un parto posible.

 

Si tiene momentos en forma Presencial: 

Recibir una atención personalizada. La información que se requiere y las circunstancias de cada mamá es muy variada y además no siempre se puede hacer toda la actividad física.

Que estés con un grupo de entre 5 y 10 embarazadas, para así poder compartir y vivenciar con otras las similares y distintas realidades, para comprender mejor todo lo que te está pasando.

 

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