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SIGUIENDO TU EMBARAZO PASO A PASO

 

Esperamos que este boletín te acompañe durante todo tu embarazo y te sirva de guía para esos momentos llenos de incertidumbre y confusión; también creemos encontrarás respuestas a la mayoría de las preguntas que te vayas haciendo; información práctica y el complemento de la atención de tu médico especialista.

 

Con este boletín podrás seguir paso a paso el desarrollo de tu bebe.

 

Ya quedó atrás el gran acontecimiento de la noticia del embarazo... luego te diste cuenta de lo que te espera... que estás embarcada en un nuevo proyecto en tu vida... y te ves anteponiéndolo a los otros proyectos que tenías. 

Vas a recibir múltiples consejos y recomendaciones de otras mujeres que se sienten más experimentadas que vos. Pero cada embarazo es siempre una experiencia especial, por lo que seguramente, gran parte de esa información será contradictoria.

 

Luego, en algún momento querrás saber ¿cuándo espero al bebé?¿qué día nacerá?.

Así, después de conocida la fecha probable de parto, vos y tu grupo familiar creerán saber el día efectivo del nacimiento, o la que será la fecha de su cumpleaños y si coincide con el cumpleaños de la abuela o de la tía.

Pero el médico, por su función, no está interesado en saber si el bebé va a ser de Aries o Escorpio, está para cuidar tu y su salud. Por esto, es importante fijar desde el principio una fecha que no es el día que nacerá, sino que servirá como parámetro de control para el desarrollo normal de tu bebé. El nacimiento puede ocurrir 15 días antes o después de esa fecha.

Por esto suele crearse un conflicto cuando te preguntan: ¿de cuántos meses estás? y entonces no sabés si tomar la fecha de la última menstruación, de la ecografía o de la ovulación... ¿a cuál dar más importancia?. Para evitar esta confusión, te conviene saber con precisión cuántas semanas o meses de gestación tenés.

     

 Debés priorizar: 

1°) la fecha de ovulación, o de la relación sexual que originó la fecundación; de no poder precisar esto, 

2°) la fecha de la última menstruación, con los siguientes requisitos: que sea claramente recordada y estar precedida de ciclos menstruales normales y regulares; si no recordás esto, 

3°) los datos ecográficos del primer trimestre.  En este último caso, las medidas del embrión se comparan con medidas promedio para determinar su edad aproximada. Mientras más precoz sea la primera ecografía, menor será el margen de error.

Finalmente es el médico el que evalúa estos datos en base al examen clínico y determina la fecha más aproximada y vos, si estás segura de la fecundación o última menstruación, también podés sacar la cuenta:

 

Como calcular

  • Desde la relación sexual se suman 40 semanas, es decir 10 meses lunares ó 9 meses solares.

  • Desde la fecha de la última menstruación se suman 10 días y posteriormente 40 semanas.

 

La duración de la gestación se mide a partir del primer día del último período menstrual normal. La edad gestacional se expresa en días o en semanas completas (por ejemplo los hechos que hayan ocurrido entre los 280 y 286 días completos después del comienzo del último período menstrual normal se consideran como ocurridos a las 40 semanas de gestación). Frecuentemente la edad gestacional es una fuente de confusión, cuando los cálculos se basan en las fechas de la menstruación. Para los propósitos de calcular la edad gestacional a partir del primer día del último período de menstruación normal y la fecha del parto, debe tenerse presente que el primer día es el dia cero (0) y no el día uno (1); por lo tanto, los días 0 a 6 corresponden a la "semana cero completa", los días 7 a 13 a la "semana uno completa", y la 40a. semana de la gestación es sinónimo de "semana 39 completa". Cuando no se dispone de la fecha de la última menstruación normal, la edad gestacional debe basarse en la mejor estimación clínica. Para evitar confusiones, las tabulacines deben indicar tanto las semanas como los días. (CIE-10, vol.2, ed. 2008)Esta fecha calculada igualmente es incierta, porque la madurez del bebé no es matemática. Algunos están listos antes y otros después. Por esto lo más acertado será que comience espontáneamente el trabajo de parto. Ese es su momento determinado, el verdadero día de su cumpleaños.

Muchas mamás, adelantan esta fecha probable de parto, muchas veces por la ansiedad o por pensar demasiado en cómo será la salida del bebé. El equívoco que lleva al temor de creer que si llega al término será demasiado grande para ella….

Si ya tuviste otro niño…

PRIMER TRIMESTRE

Desarrollo del bebé

La fecundación marca la hora 0

 

1º Semana 

Se implanta el huevo en el útero.

Semana 2

Algunas células formarán la placenta, otras las membranas que rodean el embrión o saco amniótico. Las células embrionarias comienzan a organizarse primero en 2 y luego en 3 capas:

1) Endodermo, desde donde se formarán el sistema digestivo, el aparato respiratorio, vejiga, amígdalas, tiroides, hígado, páncreas, la trompa de Eustaquio y las membranas de los tímpanos.

2) Mesodermo, que formará huesos, músculos, cartílagos, tejidos conjuntivos, corazón, las células, vasos sanguíneos y linfáticos.

3) Ectodermo, que formará el sistema nervioso central, piel, pelo, uñas, esmalte dental, parte de los oídos, ojos y nariz.

Semana 3

Empieza con el atraso de la menstruación. Tu bebé tiene el tamaño de un arroz.

Semana 4

El bebé tiene el tamaño de una lenteja, mide 0,5 cm y pesa entre 0,5 y 1,5 gramos. 

A partir de este momento se lo puede reconocer como un embrión humano. Para el día 25 su corazón empieza a latir. La placenta logra desarrollar su configuración básica; sólo le falta crecer.

Semana 5

En el disco embrionario se reconoce un esbozo de sistema nervioso y de aparato cardiovascular. Externamente aparecen como brotes, de los miembros. Aquí los genitales comienzan a diferenciarse por sexo. Ya se puede visualizar el saco gestacional por ecografía. Mide desde su cabeza a la cola 8 mm.

Semana 6

El corazón se transforma en una gran estructura que late a un ritmo de 140 latidos por minuto. Se desarrolla el cordón umbilical. Mide 12 mm.

Semana 7

Aquí el embrión mide aproximadamente 18 mm de longitud y pesa 1,5 gramos. Se insinúan más los miembros superiores e inferiores y se distinguen los dedos.

Semana 8

Médicamente cambia de nombre: deja de llamarse embrión para ser nombrado como feto.  

La cabeza de tu bebé es mayor que el resto de su cuerpo y se distinguen ojos, orejas y dedos de las manos y pies. Se visualiza el latido del corazón por ecografía. Tiene el tamaño de un poroto, mide 25 mm.

Semana 9

Todas las estructuras y sistemas principales están formados. En este momento la placenta empieza a funcionar. En esta semana se cumple el 2º mes. Mide alrededor de 35 mm.

Semana 10

Tu bebé sigue desarrollándose creando todos los sistemas y órganos principales. Este trabajo de diferenciación que hacen las células, logra que se formen las primeras costillas y cartílagos, las orejas, los tobillos, las muñecas y los párpados (aunque permanecen sella-dos). Mide 45 mm.

Semana 11

Por primera vez, pueden llegar a escucharse los latidos del corazón en el consultorio, con el equipo  Doppler.       

 Se forman los riñones, por lo que comienza a orinar. Mide 6 cm de longitud y pesa entre 5 y 7 gramos.

Semana 12

Los dedos de las manos y pies tienen uñas suaves. La boca tiene 20 botoncitos que se convertirán en los dientes de leche. 

Ya podría distinguirse el sexo, porque están más diferenciados los genitales externos. Se mueve con cierta facilidad, pero como es muy chico no puede hacerse notar. Mide 7 cm.

 

Para el final de este trimestre

Tu bebé mide 10 cm de largo y pesa un poco más de 17 gramos. Durante el resto del embarazo aumentará de peso y todos los órganos de su cuerpo madurarán.

 

Cambios, mitos, molestias y recomendaciones

En este primer trimestre vas a orinar con más frecuencia porque tu útero, al crecer, tracciona consigo a la vejiga. No tenés que aguantar las ganas de orinar o tomar poco líquido.

La cantidad total de sangre de tu cuerpo aumenta, y disminuye la presión arterial, especialmente si realizás cambios de postura bruscos. Por esto, podés tener dolores de cabeza, descomposturas o mareos. También puede que notes que han cambiado tus gustos y que de pronto rechaces las comidas que usualmente te gustaban. Quizás tengas náuseas o vómitos principalmente por la mañana y es normal que tu olfato esté más sensible.

Si te preocupa el peso, podés consultar con una nutricionista especializada que evalúa dietas y recomendaciones prácticas para vos.

El peso depende de muchas variables, entre ellas el anterior al embarazo y la estatura. Su aumento en el primer trimestre puede ser nulo, o de 1 a 2 kg. También es posible que adelgaces 2 ó 3 kg. sí tus malestares son muy fuertes (náuseas, vómitos, asco).

Las dietas para adelgazar no son aplicables durante el embarazo porque pueden ser perjudiciales para el desarrollo de tu bebé, pero es conveniente que tengas una guía específica para asegurarte y controlar el aumento de peso.

Existe la creencia de que las náuseas, vómitos e hipotensión arterial son indicio de un embarazo complicado, pero estos signos se deben a fenómenos de adaptación metabólica y psicológicos. De no haber una verdadera complicación (advertida por el médico), tu gestación es normal. Si estas molestias te afectan por las mañanas, antes de levantarte comé unas galletitas de agua y levantate lentamente.

Otro mito son los antojos, que si no son satisfechos inmediatamente producen manchas en el bebé. Las manchas, de relativa frecuencia en los recién nacidos, se deben a formaciones vasculares sin ninguna relación con tus deseos o antojos. 

La creencia de que durante el embarazo no se debe tomar mucho líquido para que no aumente demasiado el líquido amniótico del bebé, es errónea. La mayor parte de éste, se produce por filtración en el cordón umbilical y la placenta y no depende de lo que tomés. Además restringir la ingesta de agua puede ser perjudicial para vos y tu bebé.

También se dice que toda embarazada debe dejar de comer sal. La sal es importante durante el embarazo, sobre todo la yodada. Sólo se restringe su uso cuando hay hipertensión arterial.

Tu cuerpo empieza a crecer en la cadera, los pechos están más grandes y con alguna molestia y tus pezones y areolas tal vez tomen una coloración más oscura. 

Te sugerimos elegir ropa íntima, polleras y pantalones más cómodos para esta nueva figura. 

Como tenés más predisposición al aumento de caries debido a la saliva más ácida y a la pérdida de calcio, te sugerimos una estricta higiene bucal y el consumo de lácteos y sus derivados. 

También hay una disminución de la motilidad intestinal por la acción hormonal, así que el paso de los alimentos se hace más lento y puede haber constipación o estreñimiento.  Para minimizar esta molestia, tratá de beber mucho líquido y comé frutas y vegetales ricos en fibra.  Algunas mujeres experimentan alivio bebiendo un vaso de agua tibia en ayunas.

Podés sentirte fatigada y necesitar descansar más, a medida que tu cuerpo se ajusta al estado de embarazo. Recordá que tu organismo está haciendo un gran esfuerzo; tratá de dormir 8 horas diarias y tomá una siesta si es posible.

No es necesario ni saludable que suspendas tus relaciones sexuales, salvo en situaciones de riesgo obstétrico y mientras esta situación dure. Por ejemplo en amenaza de aborto, amenaza de parto pretérmino, incompetencia del cuello uterino, placenta previa o retardo del crecimiento intrauterino, el médico indicará la suspensión de las relaciones.

Recordá que el embarazo es un momento muy estresante en la vida de una mujer, por las  significaciones psicológicas y sociales que tiene. Es importante que te sientas próxima a tu pareja para compartir con ella todo lo que te pasa. Para unas parejas más que para otras, mantener relaciones sexuales revaloriza este vínculo.

Por otro lado, es común que cuando se toma conocimiento de que ha comenzado el embarazo, esto esté presente en el momento de la penetración, temiendo afectar de algún modo al bebé. Este temor es infundado, ya que anatómicamente, los ejes son distintos y no se toma contacto con el cuerpo del útero y aunque fisiológicamente el orgasmo, el semen y la succión del pezón en el juego sexual, puedan provocar algunas contracciones, por sí mismos no provocan una amenaza de aborto.

Te pueden decir que fumar unos pocos cigarrillos no causa daños a tu bebé. Pero el ingreso diario al organismo de las más de cuatrocientas sustancias nocivas que tiene el cigarrillo, pueden producir en mayor o menor grado proporcionalmente al consumo, bajo peso al nacer, microcefalia, retardo en el crecimiento intrauterino y partos prematuros, entre otras consecuencias.

También suele decirse  que tomar un poco de alcohol no hace nada. Tampoco es  así: el alcohol aún en  pequeñas cantidades puede ser contraproducente para el sistema nervioso del bebé. 

Las mujeres embarazadas que consumen drogas como marihuana, cocaína, éxtasis,  otras anfetaminas y heroína. Conllevan diferentes riesgos para Ella y su bebé. Algunas de estas drogas pueden hacer que el bebé nazca demasiado pequeño o antes de tiempo, o que presente síntomas de dependencia, defectos congénitos o problemas de aprendizaje y conducta.

Otro mito es que no se debe hacer  ejercicios durante el embarazo. Si practicabas regularmente alguna actividad, podés seguir haciéndola moderadamente. La gimnasia controlada durante el embarazo, ayuda a mantener una buena circulación (sobre todo en los miembros inferiores), evita el aumento de peso excesivo y contribuye a tu estabilidad emocional.  

No son recomendables en cambio, los deportes competitivos y la gimnasia reductora. Aunque realices actividad física, te sugerimos que inicies un trabajo muscular específico en un taller prenatal porque minimiza muchas molestias de este período y tu cuerpo recibirá los cuidados necesarios mientras se prepara para el parto.  

El ejercicio es agradable para vos y tu bebé.  El objetivo es que ambos requieren de un espacio sereno y un tiempo diferente. 

Son también reconocidos los beneficios corporales de la natación.

Aspectos Psicológicos

La noticia del embarazo puede encontrarlos relajados a vos y a tu pareja, y dispuestos a aceptar con alegría esta nueva experiencia. También puede que esta noticia los tome por sorpresa, porque tenían otros planes...o sientas que te quitará libertad, o que ya eran demasiados y te cueste volver a pensar en pañales y mamaderas, o puede que estés sola.

La sola idea del embarazo puede despertar miedos del parto, de cómo será el bebé, cómo se transformará tu cuerpo, cómo organizar la vida después del nacimiento... Todas estas ansiedades pueden aumentar tu susceptibilidad y despertar muchas y nuevas emociones, como llorar por cualquier cosa.  Las emociones en sí mismas no son malas ni buenas; lo importante será atravesarlas y animarte a vivir este torbellino que significa la llegada de un hijo.

Para algunos hombres el embarazo y el cuidado del bebé es cosa de mujeres. Otros sienten que el lugar del bebé se construye entre ambos y querrán compartir y disfrutar junto a vos la formación y el crecimiento de este nuevo ser.  Vos sos quién dá lugar al hombre en esta aventura, luego él podrá decidir si lo toma o lo deja. 

Para el futuro papá los tiempos serán distintos a los tuyos.  Por ahora el bebé no es más que una idea. A medida que comparta tus cambios, las consultas obstétricas, las ecografías y el taller prenatal podrá ir variando su posición.

Elección del tipo de nacimiento

Es bueno saber que el modo que establece nuestra cultura, está en crisis. Unos de los puntos es, que el elegir un médico Obstetra que controle el embarazo y que esté asistiendo el trabajo de parto, es cada vez menos viable. Hay menos profesionales dispuestos a estar “todo el tiempo” a disposición, comprometiendo en esto los horarios de la agenda laboral, recreación, familiares y el descanso.

Además, por la web se pueden ver otras modalidades distintas a lo que nuestra cultura preestablece. Partos en el agua, partos de cuclillas o la vuelta a los nacimientos en domicilio.

El Parto es un evento fisiológico, pero los modos de hacerlo es cultural. Por esto, hay varios enfoques obstétricos en la atención del nacimiento, en los Centros de Salud y en los profesionales.

Por esto al elegir, según tu evaluación, la decisión se orientará hacia una valoración determinada, por algún punto de vista.

Las variables estarán donde pongas el cuidado, la confianza y la responsabilidad.

En un extremo están, los que preconizan, poner sólo la confianza en la naturaleza y la responsabilidad en el protagonismo materno, optando por prescindir del control médico. Si bien el parto transcurre habitualmente en forma espontánea, podría haber situaciones que requieran asistencia médica de Urgencia.

En el otro extremo, los partos medicalizados, poniendo sólo la confianza en la tecnología y la responsabilidad en el médico. El nacimiento se basa en la conducción del proceso por el especialista. Hay que tener en cuenta que todo acto médico conlleva un riesgo. Aquí la mamá tiene una función que no puede transferir al médico, esta es la necesidad de, facilitar el proceso desde adentro, coordinando fuerzas y relajación. Sobre todo en el momento del periodo expulsivo.

Lo acertado, está en el razonamiento científico, que busca lo mejor, reconociendo claramente cuál es el rol de cada uno. Buscando en primera instancia que todo suceda naturalmente, asumiendo el protagonismo y su propio cuidado, la mamá. Crece entonces la figura de un/a acompañante, que la ayude a sostenerse y la guíe, preferiblemente si se ha preparado con ella en el curso de preparto para esta función, o de mujeres que se han capacitado para esto (Doula). Pero cuando la mamá se ve superada o en el control médico se observa la posibilidad de una complicación, se pasa al terreno del Obstetra, para reencaminar el parto o para realizar una cesárea.


Elección del médico

Hay algunas características que te podemos sugerir para la elección del especialista que controlará tu embarazo y te asistirá en el trabajo de parto. 

Lo primero será la confianza que te despierte, que comparta y respete el tipo de nacimiento que elegiste.

Considerá que eventualmente él tomará decisiones importantes. 

 

La confianza que le tengas a tu médico te permitirá compartir responsabilidades con él, y llegado el caso sentir que él tomó el camino correcto. 

Es importante además que tengas algún grado de afinidad y te sientas cómoda con su trato, pero no centres tu elección sólo en su simpatía. Como todos, tu médico puede tener días buenos y malos; no es su función darte afecto. Él debe procurarte asistencia técnica y científica.

Es conveniente que pienses anticipadamente en todas las preguntas que le quieras hacer y conversar en la primera consulta acerca del tipo de nacimiento que deseas para tu hijo, para llegar a algunos acuerdos básicos que les permitirá en adelante funcionar como equipo.

Pero tené en cuenta que el tiempo de la consulta obstétrica no tiene previsto en los tiempos, brindar información. Por esto, notarás que el médico no responde extensamente cómo quisieras tus preguntas. 

Guía médica

Visitá a tu médico para tu primer examen apenas sepas que estás embarazada. Si no es tu primer bebé, podés pensar: ya tengo experiencia, ya viví un embarazo, no necesito controlarme de nuevo. Pero cada embarazo y cada parto (aunque no haya complicaciones) es diferente, tiene sus particularidades y cada bebé requiere también de cuidados distintos.

 

El control pre-natal adecuado es la gran respuesta que ha dado la medicina en los últimos años, previniendo y tratando las complicaciones oportunamente.

 

En la primer consulta es probable que te pida algunos estudios complementarios, como: análisis de laboratorio y ecografía. También puede realizarte un examen ginecológico, tacto vaginal, y la colocación de espéculo para visualizar la vagina y el cuello del útero.

 

Existe el mito de que el tacto es peligroso para tu embarazo, pero esto no es así. El tacto puede efectuarse en cualquier momento del embarazo porque aporta datos importantes para su control, sin ningún riesgo para ambos. El papanicolau y la colposcopía se realizan una vez al año. En caso de embarazo se deben efectuar especialmente, si no te lo has realizado en el último año o no había un resultado normal.

También tu médico podrá realizar el control de tus pechos apuntando al control periódico de tu salud y a la evaluación de su estado para la lactancia.

 

A partir del momento en que sepas que estás embarazada, tomarás sólo los medicamentos que te receten, si estabas tomando algo, decíselo  en  la primer visita.

 

     En esta primera consulta él te extenderá un certificado de embarazo para que tu Obra Social te incorpore al Plan Materno Infantil. En la elección de los centros de estudios complementarios también es importante tu confianza, pero principalmente la del médico que los solicita. Para el médico no es lo mismo recibir un informe de un lugar que de otro. Sugerimos que le preguntes a él dos o más direcciones antes de elegir laboratorio o ecografista.

 

En este primer trimestre, es conveniente realizar los controles una vez al mes, de no existir algún hecho que requiera atención especial. Tu médico es quien mediante un cuestionario clínico, examen físico y los exámenes de rutina (laboratorio, ecografía, controles obstétricos) clasificará tu embarazo según su grado de riesgo, valorando según el nivel de complejidad, la atención que te corresponda.

 

Los Estudios Complementarios sirven para:
  • Hemograma. Estudia los glóbulos rojos, blancos y plaquetas por mm3 de sangre, para determinar si hay anemia, infección, etc.

  • Glucemia. Estudia el nivel de glucosa en sangre y valora el metabolismo de los hidratos de carbono para descartar una diabetes gestacional.

  • Orina. Analiza la existencia de proteína (proteinuria), densidad y presencia de glóbulos blancos y/o rojos, para descartar una preeclampsia o infección urinaria.

  • Urocultivo. Analiza la cantidad de bacterias en la orina expresada en unidades formadoras de colonias (UFC) para descartar una infección urinaria.

  • Grupo Sanguíneo. Tipifica antígenos A, B, AB o 0 (cero) y factor Rh, para evaluar un posible conflicto de grupo o Rh entre vos y tu bebé.

  • VDRL. Es una prueba para detectar sífilis (enfermedad de transmisión sexual).

  • Serología. Detecta la presencia del antígeno australiano (HBsAg) en sangre, para descartar una hepatitis B. La Serología para Toxoplasmosis y para Chagas. Detecta la presencia de anticuerpos tipo G  para la infección materna, para descartar la transmisión madre-hijo de la infección. La Serología para VIH (SIDA) analiza la presencia de anticuerpos anti-VIH descartando un estado portador del virus, y su posible transmisión.

  • Ecografía. De todos los estudios, es el más esperado y valorado por la mamá y el papá. En el primer trimestre se evalúa el número de bebés (sacos gestacionales), edad gestacional, longitud cefalocaudal  de cabeza a cola, vitalidad, actividad cardíaca, etc.

  • Odontología. Es importante para tu salud bucal que realices una pronta consulta.

 

SEÑALES DE ALARMA

Consultar de inmediato si tenés:

Dolor abdominal, sangrado vaginal, vómito persistente malestar general, fiebre, flujo vaginal inusual, ardor al orinar.

 

SEGUNDO  TRIMESTRE
Desarrollo del bebé:

 

Semana 13

Se cumple el tercer mes. El cuerpo crece más que la cabeza, que hasta ahora era desproporcionadamente más grande.

 

Semana 14

Tiene un tamaño similar a una naranja, mide alrededor de 8 cm sentado y 10 cm parado; pesa 20 grs.

 

Semana 15

Podés ver los dedos de las manos y pies perfectamente definidos y apreciar uñitas diminutas.

 

Semana 16

Se cubre de un vello llamado lanugo, que desaparece un poco antes o después del nacimiento. Tu bebé desarrolló los reflejos de succión y deglución. Mide 11,5 cm. sentado

 

Semana 17

Su piel es fina y transparente y sus dedos tienen ya huellas dactilares. Se cubre de una manteca o unto sebáceo que lo protege del líquido amniótico.

 

Semana 18

Cumple el cuarto mes. Es el momento en que pueden verse con claridad sus estructuras corporales por ecografía. Su retina ya es sensible a la luz. Ha desarrollado el tacto estimulado por el cordón umbilical, y el oído por tus latidos cardíacos. Mide 14 cm sentado y 17 cm parado y pesa alrededor de 90 grs. El cordón continúa creciendo y ampliándose para llevar suficiente oxígeno y alimento. La placenta está completamente formada.

 

Semana 19

El bebé traga líquido y es capaz de percibir mejor los sonidos graves y voces, especialmente la de papá.

 

Semana 20

Dentro de las encías podrán notarse sus dientecitos. Mide 18 cm sentado.

 

Semana 21

Hay mayor desarrollo del cerebro y el sistema nervioso. Mide 19 cm y pesa entre 180 y 600 grs.

 

Semana 22

Se cumple el quinto mes. El bebé duerme por períodos irregulares, despertando a intervalos en los que percibís claramente los movimientos de su cuerpo. Las uñas de los dedos han crecido. Mide 20 cm y pesa entre 300 y 750 grs. El útero ha crecido hasta alcanzar el ombligo. Entusiasma comprobar que  está más activo y se mueve de lado a lado y que a veces voltea totalmente. Por ecografía, ya se puede ver claramente el sexo.

 

Semana 23

Tu bebé tiene cabellos, pestañas y cejas. Mide 21 cm y pesa entre 620 y 850 grs. Tu útero ha crecido y acompaña el crecimiento del bebé; su parte superior está cerca del ombligo.

Semana 24

Su piel es rosada y arrugada y comienza a ganar peso en grasa. Mide 22 cm. sentado y pesa entre 400grs. y 1 kilo. Se chupa el dedo mientras está despierto practicando alimentarse para cuando salga.

 

Semana 25

Mide aproximadamente 33 cm de pies a cabeza y 23 cm sentado y pesa entre 480 y 1100 grs. Si pudieras verlo, te parecería un

niño flaquito. La naturaleza que antes se encargó de formarlo, ahora lo hará engordar.

Semana 26

Mide 35 cm y pesa entre 550 y 1200 grs

Semana 27

Se cumple el sexto mes. Mide 36 cm y pesa entre 600 y 1350 grs. En los momentos que está despierto se perciben los frecuentes movimientos de todo su cuerpo.

Cambios, mitos, molestias y recomendaciones

En el segundo trimestre tu aumento de peso no se relaciona sólo con la alimentación, sino también con la actividad física y con las ansiedades propias del embarazo. El promedio indica un aumento de 4 a 6 kilos para este período, es decir 1,3 a 2 kilos por mes.

Si es tu primer embarazo, los movimientos de tu bebé suelen percibirse a partir de las 18 semanas (cuarto mes); en el segundo embarazo, al saber reconocerlos, se pueden sentir desde las 16 semanas. El niño se mueve desde los primeros momentos de la gestación, pero no tiene la fuerza para hacerse notar. Sin embargo, cuando sientas los movimientos del bebé decíselo a tu médico.

Como recién comienza a crecer la panza, tendrás también que ir acomodando la percepción de tu cuerpo para no adoptar posturas y conductas que te provoquen malestar.

 Si sentís dolores en la cintura posterior, usá zapatos de tacón bajo, tratá de mantener tu espalda recta y evitá cargar objetos pesados. También podés sentir calambres nocturnos y problemas de circulación en los miembros inferiores. En el taller pre-natal se trabajan especialmente algunos ejercicios para aliviar estas molestias.

 

Aspectos psicológicos

El tamaño de la panza, las pataditas, los cambios en tu cuerpo son signos de la presencia del bebé. Tendrás ganas de dedicarle un tiempo especial para pensar en él, elegirle un nombre, fantasear cómo serán su carácter y sus rasgos. El papá podrá participar de otra forma ahora que él también percibe cómo se mueve. 

Recordá que tu bebé ya distingue sonidos y recibe mucha información a través tuyo.

Los latidos de tu corazón, las voces, las emociones y las expectativas que cada uno tiene de él conforman su lugar en la familia. Compartir con tu pareja algunas experiencias de contacto, les resultará muy gratificante a los tres.

 

Guía médica

De no existir alguna complicación, los controles durante el segundo trimestre conviene realizarlos una vez al mes. 

 

En estos exámenes el médico evalúa la salud del bebé y su desarrollo, comparando los datos de su examen y los ecográficos (si se realizó) con un volumen teórico de evolución de tu bebé que correspondería según la Fecha probable de parto ya establecida. También se tienen en cuenta aquí, todos los antecedentes, tuyos y los de este embarazo. 

 

Si tu bebé tiene el tamaño que se espera, sus latidos cardíacos y sus movimientos son normales y tu salud no tiene complicaciones, se valora como que todo está bien hasta el próximo control.

 

La ecografía colabora con este examen midiendo a tu bebé, el perímetro del cráneo, del abdomen o longitud del fémur; características de la placenta, zona de inserción, madurez; características del líquido amniótico (volumen), cordón umbilical, vitalidad (ritmo cardíaco, movimientos) y posición del bebé. Si han decidido conocer el sexo del bebé, durante este trimestre lo podrán hacer.

 

Recuerda consultar todas tus dudas y no tomar ningún remedio que no te haya recetado tu médico.

 

SEÑALES DE ALARMA

Consultar de inmediato si tenés alguna de estas molestias: Sangrado vaginal; dolor al orinar, fiebre, ausencia o disminución de movimientos del bebé por más de 12 horas continuadas de control.

 

Relación Médico – Paciente

Si el embarazo no tiene complicaciones, podés sentir que tu médico toma una posición muy pasiva; pero es que no tiene porqué actuar si todo marcha bien.

Evita en la consulta la pregunta de último momento ¡haa! Doctor “siento un dolor en...” cuando ya ha terminado el examen. Cualquier dolencia que tengas planteala al comenzar la consulta.

 

Preparación para el parto

Al terminar este trimestre debés comenzar la preparación para el parto.

 

Hay muchas opciones; te recomendamos que elijas siguiendo estos criterios:

 

¯ Que exista un equipo de profesionales. La preparación es una práctica que requiere de distintas disciplinas y de profesionales capacitados y especializados en este método.

 

¯ Aseguráte de recibir una atención personalizada. La información que se requiere y las circunstancias de cada mamá es muy variada y no siempre se puede hacer toda la actividad física.

 

¯ Que no estés sola, para así poder compartir y vivenciar con otras embarazadas las similares y las distintas realidades, para comprender mejor todo lo que te está pasando.

 

¯ Buscá un lugar que se prepare también a tu pareja para acompañarte y ayudarte en el parto. Además que tenga comprensión, contención y espacio para él. La preparación no debe contemplar solo el parto; es un espacio para disfrutar de tu embarazo y aumentar el contacto con tu hijo y su papá.

 

¯ Información práctica y que te satisfaga. El nacimiento de tu hijo demandará de vos algo más que destreza física. Tendrás muchas dudas e inquietudes, y no siempre la consulta con el obstetra alcanza para solucionarlas.

 

¯ La preparación debe apuntar al parto que vas a vivir. De nada sirve que te prepares para un parto en una piscina con delfines, si luego vas a dar a luz en esta ciudad. Las estrategias de respiración y relajación deben ser realistas, para un parto posible.

 

¿Por qué en los relatos la experiencia del parto es tan distinta de una mujer a otra?.

Preparáte para vivir una experiencia única......porque tu parto no es un destino ya escrito, lo podés modificar favorablemente...

 

 
TERCER TRIMESTRE
Desarrollo del bebé:

 

Semana 28

Se completa la formación de las vías respiratorias. Los pulmones deben aún desarrollarse para estar listos para que ingrese el aire. Tu bebé ya abre los ojos, y podés ver las líneas de las manos y pies. Mide 37 cm en total y 26 cm sentado; pesa entre 600 y 1550 grs. Si naciera en esta etapa podría vivir con cuidados intensivos. Pero siempre tiene más posibilidades cuanto más cerca esté de la semana cuarenta.

 

Semana 29

La piel de tu bebé es ahora roja y arrugada y está cubierta de un vello fino y suave. Traga líquido amniótico y bosteza. También tiene hipo, para fortalecer los músculos de la respiración cuando nazca. Los párpados comienzan a despegarse y puede abrir y cerrar los ojos. Mide parado 39 cm y pesa entre 850 y 1800 grs.

 

Semana 30

Tu bebé ya responde a ruidos y a voces exteriores con movimientos corporales. Hace ejercicio pateando y estirándose. El contacto con el cordón umbilical es un buen estímulo: tu bebé lo toma y juega con él. Puede responder a la luz y al sonido. Mide 40 cm y pesa entre 1000 y 2000 grs.

 

Semana 31

Se cumple el séptimo mes. Traga bastante líquido amniótico para que su estómago, intestinos y riñones practiquen para cuando salga; orina alrededor de 1/2 litro diario. Mide 41,5 cm aproximadamente y pesa entre 1150 y 2200 grs.

 

Semana 32

Mide 43 cm en total y 30 cm sentado y pesa entre 1300 y 2400 grs. Desde este momento, la mayoría de los bebés quedan con la cabeza para abajo porque tienen más lugar. Algunos producen esta rotación un poco después. Recién cuando se inicia el trabajo de parto se define verdaderamente cómo se presenta el niño en el canal de parto. Hasta último mo-mento puede producirse esta rotación hacia abajo, o tratarse de uno de los pocos bebés (3 al 4 %) que se presentan de nalgas o transversales.

 

Semana 33

El sistema nervioso de tu bebé ya tiene la capacidad de regular su temperatura corporal. Sin embargo, si naciera ahora, lo más probable es que debiera permanecer en una incubadora que le regule la temperatura automáticamente. Mide 45 cm, pesa entre 1500 y 2600 grs.

 

Semana 34

Terminó el desarrollo de las estructuras, pero aún no esta apto para la vida extrauterina. Recién ahora tu bebé logra una coordinación entre los movimientos de succión y deglución que le permiten alimentarse mamando. Mide 46 cm, pesa entre 1800 y 2900 grs.

 

Semana 35

Se cumple el octavo mes. Se trata de un bebé aún prematuro, pero ya mide 47 cm y pesa entre 2000 y 3200 grs. Puede patear fuerte y darse vuelta. Podés notar a través de tu panza, la forma de un codo o un talón. Recordá que este tiempo se dedica a engordar, así que notarás cambios en tu panza semana a semana.

 

Semana 36

Los pulmones han completado su desarrollo y podrían responder a la vida extrauterina. La grasa que se depositó debajo de la piel de tu bebé se desarrolla aún más. Las uñas de las manos y los pies llegan hasta el extremo de los dedos. Mide aproximadamente 47,5 cm en total y 35 cm sentado y pesa entre 2300 y 3500 grs.

 

Semana 37

Podés sentir que el bebé patea fuertemente. Mide 49 cm y pesa entre 2500 y 3700 grs. 

 

Semana 38

Ya es un bebé a término; está apto para la vida fuera del útero. Aumento unos 200 grs. por semana. Está rodeado de 1/2 litro a 1 litro de líquido amniótico. Tu útero ha crecido una altura de 32 cm y el bebé sentado mide 36 cm, desde ahora y hasta las 42 semanas puede producirse el nacimiento, con mínima posibilidad de complicación para tu bebé

 

Semana 39

El lanugo se ha caído casi completamente  y su piel está cubierta por una sustancia blanca y mantecosa llamada unto sebáceo.

 

Semana 40

Se cumple la fecha probable de parto. Tu bebé mide aproximadamente 50 cm y pesa entre 2900 y 4000 grs. Su cabeza no tiene huesos, sino cartílagos suaves y flexibles que todavía no están soldados. Todo está preparado para que le sea más fácil pasar por el canal de parto (vagina). El monitoreo del bebé aporta datos útiles sobre su salud. Aún pueden pasar unos días hasta el trabajo de parto por lo que es conveniente que la ansiedad no te gane y presiones a tu médico para apurar el nacimiento. Recordá que el útero es un músculo involuntario y el inicio del trabajo de parto es un hecho natural. Es más razonable revisar la fecha establecida, según los antecedentes. Lo que pasa muchas veces, es que por apresuramiento y ansiedad nacen bebés prematuros.

 

Semana 41

La vida intrauterina aún es confortable para tu bebé. Recién a partir de esta semana se empieza a pensar en interrumpir el embarazo si aún no se ha iniciado el trabajo de parto espontáneamente. Los mejores instrumentos para determinar la salud de tu bebé en este momento son la monitorización clínica y electrónica, la ecografía Doppler u otros estudios que considere tu médico para evaluar la situación.

Cambios, mitos, molestias y recomendaciones

Tu organismo está haciendo un gran esfuerzo, así que tratá de dormir 8 horas y tomar una siesta. Puede ser que te cueste dormir por la incomodidad de la panza, si es así, poné varias almohadas buscando una posición semisentada o lateralizada. Evitá los trabajos pesados y comé una dieta balanceada. No tomés ningún medicamento que no te recete tu médico.

Si tenés dolores de cabeza, puede ser por la tensión nerviosa o quizás por el aumento del volumen de sangre dentro de tu organismo. Insistimos en que descanses y te relajes, por ejemplo caminando al aire libre.

Como la parte superior del útero está inmediatamente debajo de las costillas, presiona tu estómago y podés tener ardor estomacal o acidez. Esto ocurre cuando el ácido del estómago es empujado hacia arriba (hacia el esófago). Para evitar esto, comé en pequeñas cantidades 5 ó 6 veces al día (dieta fraccionada). Evitá alimentos grasos o muy condimentados y esperá por lo menos una hora antes de acostarte. También existen medicamentos antiácidos, que recetados por tu médico no presentan inconvenientes.

Por la misma causa del volumen uterino, es posible que te agites o tengas sensación de ahogo o dificultad para respirar. Para minimizar esto, dormí semisentada, evitá los lugares cerrados con mucha gente o probá ejercitar el jadeo para recuperarte.

En el tercer trimestre el aumento de peso es similar al trimestre anterior. Sin embargo las molestias del final del embarazo sumadas al crecimiento del bebé pueden ocasionar un aumento o disminución del apetito, sobre todo en las últimas semanas.

Las 2/3 partes del peso aumentado corresponde al desarrollo de tu bebé, placenta, líquido amniótico y pechos. No podés controlar este aumento porque depende poco de tu alimentación. El tercio restante corresponde a la retención de agua y a los kilos acumulados. Esto kilos forman una reserva de grasa que son utilizadas durante el embarazo y luego, para la elaboración de leche. Desde la semana 33 suele indicarse la ingestión de hierro para favorecer las reservas tuyas y de tu bebé.

Puede ser también que tengas hemorroides, relacionada a la menor motilidad de los intestinos y al hecho de que el útero aumenta la presión sobre el recto, que es la última porción del intestino. Para esto ayuda beber mucho líquido, comer frutas y verduras ricos en fibra y comidas no tan condimentadas. Podés probar también bebiendo un vaso de agua tibia en ayunas. Así como el estreñimiento, las náuseas se deben también a cambios metabólicos. Para minimizar esto, a las mañanas comé unas galletitas de agua y luego levantate muy lentamente.

Al aumentar el volumen del útero y el peso, se exagera la curvatura de la columna lumbar para compensar el equilibrio. Esto produce muchas veces dolores en la espalda (lumbalgia), por lo que no conviene que te mantengas de pie mucho tiempo. Estar de pie además hace más frecuentes los calambres o contracturas en las piernas.

El ejercicio específico y los masajes que hayas aprendido en el taller pre-natal pueden ayudarte a prevenir y aliviar estos dolores y contracturas. También por el crecimiento del útero, podés sentir dolor abajo y al costado del vientre, según las actividades que realices.

La glándula mamaria experimenta un desarrollo de su estructura glandular, cambios en el pezón y oscurecimiento de la areola porque se sigue preparando hormonalmente. Puede que salga de tus pechos un poco de líquido (calostro). Este es el líquido que alimentará a tu bebé hasta que baje la leche.

Durante el embarazo vas tomando contacto con la idea del amamantamiento, por eso es conveniente que el obstetra te dé la indicación necesaria acerca del cuidado de los pechos y la posible preparación de los pezones. Debes consultar con él si hay problemas con el pezón (hundido o umbilicado). Solicítale unos minutos para que te enseñe los ejercicios o el instrumento (niplete) para corregir esto. El masaje del pezón puede originar algunas contracciones, pero esto no debe alarmarte si las mismas no superan las 5 en una hora. Si hubiere amenaza de parto prematuro, no es conveniente tocar los pezones hasta la semana 38. 

Tu útero está presionando también a tu vejiga, y aunque ella esté casi vacía, crea la misma sensación que si estuviera llena, por lo que tendrás deseos de orinar muy frecuentemente. Pero no tenés que tomar poco líquido o aguantar las ganas porque puede ocasionar complicaciones.

Puede que tengas manchas oscuras en la piel, especialmente en la cara (cloasma), una línea oscura que va del pubis al ombligo (línea alba) y aumento en la tonalidad de los pezones y areolas. Hay la creencia que estas manchas se producen por daño en el hígado o riñones pero en verdad, son causadas por una hormona que produce la placenta, que influye en la sensibilidad de la piel para ser oscurecida por la luz solar. Este aumento en la pigmentación desaparece lentamente después del parto; ayuda evitar la luz solar o disminuir a su exposición. Percibirás también un aumento en la transpiración y menor tolerancia al calor.

Puede que haya pequeños desgarros en la piel del abdomen, pechos y muslos. Se llaman estrías y son de color rojo vinoso antes del parto y de color nacarado luego de él. Esto es debido a que la piel tiene que soportar mayor tensión. Lo primero que suele aparecer es comezón, y con el rascado producirás la ruptura de las fibras elásticas. Utilizá cremas para prevenirlas.

Si se te hinchan los pies y los tobillos, cuando estás de pié, acostáte con los pies elevados. Si la hinchazón te dura más de 24 horas o si la cara y las manos se te hinchan de repente, controlá tu peso y la tensión arterial, y consultá a  tu médico.

La acción hormonal y el volumen del útero que ejerce presión en la parte baja del abdomen, favorece la aparición de várices, sobre todo en las piernas. Para prevenir esto, no permanezcas en la misma posición por mucho tiempo tratando de alternar los períodos en los que estás de pié y sentada. Movete con frecuencia para estimular la circulación; elevá las piernas cuando te sea posible. Cuando estés acostada, elevá los piés por encima del pecho. No uses ropas ajustadas. Tu médico puede recomendarte inclusive medias de soporte.

En este trimestre es normal sentir contracciones uterinas que se denominan contracciones de Braxton Hicks. Esto es  fisiológico hasta 5 contracciones por hora, sobre todo luego de estrés, cansancio o nerviosismo. Conviene tener cuidado, porque a medida que tu abdomen se agranda, podés perder el equilibrio y es más fácil caerte o golpearte la panza. Es común que recibas mucha información contradictoria por parte de familiares y amigos. Es fundamental que aclares tus dudas para lograr una mayor tranquilidad y los cuidados adecuados. Anotá tus dudas y consultalas con tu médico.

El tamaño de la cabeza del bebé suele ser una preocupación por la proximidad del parto. El temor es que el bebé será tan cabezón que traerá complicaciones en el parto. En realidad, el crecimiento de la cabeza del bebé se produce por etapas: si el niño va a ser cabezón, esto ocurrirá después que cumpla el año de vida. Al nacer la cabeza mide aproximadamente 9 o 10 cm. y no es rígida, por lo que se amolda naturalmente al canal de parto. También crean preocupación los comentarios del tipo: tu panza es demasiado grande, o tu panza es demasiado chica para el tiempo de embarazo. Tené en cuenta que el tamaño visible del contorno del abdomen varía mucho en las distintas personas, en los distintos embarazos, y aún en el mismo embarazo, según la posición del útero, por la fortaleza de los músculos abdominales, o por la posición del bebé (por ejemplo puede estar acostado).

Durante tu embarazo realizá caminatas diarias y tomá mucho líquido. No son convenientes los viajes largos; si tenés que hacerlos, trata de descansar 10 minutos cada hora y media de viaje.

Muchas veces preocupan las informaciones de las ecografías que son malinterpretadas por padres, familiares o amigos antes de llevarlas al control del especialista. El ejemplo más típico es la angustia que se genera al conocer que el niño tiene una circular de cordón en su cuello. Esto produce el miedo a que el niño pueda asfixiarse durante el embarazo o durante el parto. Tenés que pensar que el bebé no respira, sino que recibe el oxígeno de tus pulmones: Se encuentra en un medio líquido ligado a la placenta por el cordón umbilical, por lo que resulta lógico que al girar y moverse, éste se enrolle en partes de su cuerpo. Es un hecho muy común que un parto normal evolucione con una circular de cordón en el cuello del bebé, que el médico generalmente resuelve como una práctica habitual.

 

Guía médica

Desde el sexto mes los controles obstétricos serán cada dos semanas, de no haber algún problema que requiera una atención especial. Desde la semana 36, una vez por semana. Si tenés alguna duda, debes consultar a tu médico.

En el 6º mes debes ponerte la vacuna antitetánica (incluida también en la doble de adultos). Esta vacuna se realiza en dos dosis con un mes de diferencia y un refuerzo al año, lo que te dará una cobertura de 10 años.

Calculá que tenés que terminar tu taller pre-natal 15 ó 30 días antes de tu fecha probable de parto.

Los ejercicios físicos, el entrenamiento en ritmos respiratorios y la relajación te ayudarán a aliviar las molestias, prevenir complicaciones, y por sobre todas las cosas disfrutar de los momentos emocionantes que comenzarás a vivir.

Después de cumplido el 8° mes tu médico puede solicitarte nuevos análisis de laboratorio y un electrocardiograma con examen cardiológico, como medidas preventivas, por si hubiera necesidad de realizar una cesárea, que como es un acto quirúrgico requiere de estos estudios, por esto llamados prequirúrgicos.

 

Relación Médico – Paciente

En este trimestre visitás a tu médico cada vez más seguido. Por esto tendrás la posibilidad de conocerlo y ultimar detalles.

 

Acordá con él cómo debés hacer una vez que llegue el momento del parto. Por lo general se sugiere que llegues a la guardia, y una vez que el médico especialista de guardia te revise (tacto vaginal), le avise por teléfono.

 

Puede que tengas para con tu médico y el personal del Centro de Salud, expectativas equivocadas:

 

Tu médico no puede saber con anterioridad el día preciso que va ha nacer tu bebé. En cada consulta puede que esperes “novedades...”. 

Es común que las últimas consultas transcurran en un clima de ansiedad, producto de una sobrecarga de todo el grupo familiar. Sus palabras y gestos entonces, se interpretan con lo que uno quiere escuchar. Esto se ve multiplicado cuando en algún comentario interviene la ansiedad propia del especialista,  motivada por la responsabilidad de su función.

 

El consultorio según como está organizado y valorizado en esta realidad de hoy, no cuenta con un espacio de tiempo tan amplio para la información, aunque sí para explicaciones puntuales. Este Espacio informativo general es cubierto por tu taller prenatal.

 

El médico cuenta con los datos que vos puedas aportar. Por esto no valorar la atención del médico, como...“adivina lo que me pasa”.

 

Contá para la contención y apoyo con tu acompañante, más aún si él también se ha preparado y practicado con vos en el taller prenatal. No esperés afectividad o familiaridad de tu médico o del personal del centro de salud para no tener una caída en la emotividad si esta no te llega como vos pensabas. Estos aspectos dependerán de cada profesional, del día, de la hora, etc. Si podés esperar de ellos disposición técnica y de servicio.

 

Poné tu confianza en: 1°) la naturaleza que preparó tu cuerpo y lleva adelante el proceso del embarazo y el parto 2°) en tus propias posibilidades de poder colaborar con ella y 3°) en el médico especialista y el centro asistencial para favorecer el proceso y tratar de prevenir las complicaciones.

 

Tu actitud protagónica facilitará un mejor fin. No pongas toda la responsabilidad en la medicina, así podrás aceptar que no hay necesariamente culpa cuando ocurre excepcionalmente un resultado dramático. Las complicaciones o resultados negativos por nacimientos ocurren en todos los centros asistenciales del mundo.

 

SEÑALES DE ALARMA

Consultá de inmediato si tenés: pérdida de sangre mayor que una mancha; si sale líquido por la vagina o sensación de humedad en los genitales aunque no estés a término; se te afecta la vista o ves manchas frente a los ojos, dolor de cabeza fuerte y/o persistente; más de 5 contracciones en una hora o una intensa que no relaja si notas una falta o marcada disminución en menos de cinco movimientos del bebé en una hora; dolor al orinar; hinchazón de manos y cara; fiebre o  dolor agudo en el abdómen.

 

La Salud del bebé

El médico evalúa la salud de tu bebé tomando en cuenta tres aspectos:

Crecimiento: Comparando la semana de embarazo con las medidas del bebé se puede tener una idea clara de cómo está creciendo.

Las medidas del bebé se pueden conocer por el examen clínico del médico (palpación y medición de la “panza”) o por la ecografía.

Maduración: Es la capacidad de tu bebé para desarrollar y adaptar sus órganos para la vida extrauterina. El médico la evalúa por estudios complementarios (análisis de líquido amniótico, indicadores ecográficos).

Vitalidad Fetal: Es la capacidad del bebé para responder a los estímulos que le llegan desde su medio ambiente y a los que provoca su propio organismo. Se evalúa también por estudios de laboratorio, pero principalmente por el “monitoreo” y por el registro de los movimientos fetales.

Es importante saber que los movimientos de tu bebé se sentirán aún en el trabajo de parto. Algunas mamás se preocupan porque se mueve mucho en las últimas semanas. Interpretan que el bebé ya está “incómodo”y seguramente han escuchado el mito que “cerca del parto se quedará quieto porque ya no tiene lugar”. Esto es falso. Los bebé se mueven todo el tiempo, como podrás comprobar.

Si no percibís los movimientos, también puedes llegar a preocuparte pero suele ocurrir que te acostumbrás a sentirlos (como si fueran una música de fondo) y sólo los tomás en cuenta en la medida que te resultan llamativos o molestos. Sobretodo a la noche, cuando querés descansar. Esto significa que tu percepción puede dar datos muy importantes para evaluar la salud de tu hijo en estas últimas semanas.

En el taller prenatal habrás practicado relajaciones que favorecen el contacto con el bebé y los signos de su presencia (pataditas, rotación del cuerpo, movimientos de fuerza, hipo, cambios de posición, etc.)

Mantenéte atenta y contá los movimientos de tu bebé durante una hora y consultá a tu médico sí:  

Sentís que la cantidad de movimientos disminuye repentinamente. 

Percibís menos de cinco movimientos en una hora.

Tu médico de cabecera, frente a alguna complicación o riesgo para tu bebé, puede considerar necesario entrenarte para aplicar una técnica de auto registro que evalúa la vitalidad.

 

Viví y disfrutá tu embarazo y tu maternidad, son momentos únicos e irrepetibles; tratamos de ayudarte para que así sea. Con esta información seleccionada de la práctica que el conocimiento de los años de experiencia de escuchar a las mujeres, que como vos, están esperando un hijo.

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